lunes, 12 de abril de 2010

Recuerdos bonitos, de principios bonitos.


Por fin sol, por fin Hawai, por fin flores y plumas de colores brillantes.

" Y de pronto aparecía una muchacha hawaiana toda desnuda sólo con un collar de flores blancas muy grandes y dos flores blancas también en la cabeza y a los dos lados de la frente y con los dientes muy blancos, blanquísimos, y sonriéndose y con el cuerpo duro y brillante, y sin decir nada, ni una palabra, sólo sonriéndose y se tumbaba al lado, y uno no hacía nada, sólo acariciarle muy suavemente el pelo.

Y estábamos juntos mucho tiempo, hasta que empezaba a amanecer, y había una alegría, y todos los pájaros empezaban a cantar, y pasaban bandos de pájaros muy grandes, como pavos reales, con las plumas brillantes azules o rojas o amarillas reluciendo a la luz del sol que se levantaba sobre el mar, y casi lo dejaba a uno ciego de luz.

Y entonces uno estaba medio adormilado y sentía el brazo tibio de la muchacha y luego su aliento y sus labios y se acercaban entreabiertos con los dientes blancos más adentro y en el medio la lengua toda temblorosa. "


J. Ayesta, Helena o el mar del verano.

3 comentarios:

  1. Paulix, me encanta! Ya sabía que me gustaría, pero ahora lo confirmo. También me gustó el de Sabela. Soy un desastriño, jaja...
    Un beso, bonitísima.

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