viernes, 13 de mayo de 2011


El Gran Salto.

Por fin... la ley de la gravedad....




Érem tu i jo amb el món a part
i ara és el món que ens salvarà
entre les runes d’aquest salt,
que érem tu i jo i ja no ho som tant.
Que això nens cau, que això nens cau!
Crido el teu nom entre el fum blanc.
“Agafa’t fort i, si pots, cau
amb els dos peus i en un lloc pla”.
I mereixíem un comiat
més digne de ser recordat
i no aquest veure’ns destrossats
per la força de la gravetat.

martes, 10 de mayo de 2011

Ana Isabel Sáez Mancebo.

Por fin emails con regalo.... "He llegado a la conclusión de que no me gusta la música. Me gusta la poesía sonada."



"Te mando esto porque me ha recordado a ti"
(Las letras siempre le recuerdan a una persona importante de su vida).

"Pues yo te contesto con esta otra, para que vayas ampliando horizontes"
(sólo le gustan algunas muy determinadas... hay que intentar que se abra un poco)

"Pero si ya sabes que a mi sin letra... bah, ni flu ni fla"
(a veces es muy lógica...)

"Pues entonces te mando esta... que es preciosa"
(estaba segura de que esta sí...)

"Pero si está en inglés..."
(a ella... sólo las que puede entender)

"De verdad, mamá... qué pasa? a ti sólo te gusta Sabina o qué?"
(lo mejor con ella es ser clara y directa... sencilla, simple, lógica)

"Pues claro que sí, Sabina y Serrat. Vamos."
(todo muy claro)

"Pues vaya... vaya, mamá..."
(qué lástima)

"Hija es que... he llegado a la conclusión de que a mi... a mi no me gusta la música, a mi me gustan las letras, las letras de verdad... poesía sonada. Sabes?"
(ella se explica muy bien)

"Sé, mamá"

...Amigo mío, A ese pájaro dorado y Algo personal de Serrat; Aprendiendo a vivir, Caballo de cartón y Cincuenta años después de Sabina; alguna de Lluis Llach (pero porque su marido le ha traducido durante 20 años las letras) y también una de Vainica Doble, son las canciones que tengo en mi bandeja de entrada.

...canciones en inglés, en francés y en catalán, acompañadas de varias instrumentales, son las que tiene ella en la suya.

Algún día bailaremos una de ella y después una mía... aunque no le guste la música.

Me encanta mandarme canciones por email con mi madre.


domingo, 27 de marzo de 2011

Por fin... Ganas.

Cada día un poco más.

martes, 15 de febrero de 2011

Domingos austeros, domingos suicidas.


Por fin “Sunday smiles”


Una canción que me encanta y que habla de los domingos, que odio, dice, aunque en otro idioma y no exactamente con las mismas palabras, algo así:

(o a mi me lo parece o me lo quiere parecer J )

Todo lo que quiero es lo mejor para nuestras vidas…

Y sabes que mis deseos son sinceros…

Y qué decir en esos días que no soporto…

Una sonrisa de domingo… eso es lo que llevábamos puesto entonces, aquel día…

En el que, en el lugar del cementerio, nos paramos y cantamos…

Y combatimos así el horroroso día sonriendo, al tiempo que nos íbamos sintiendo limpios…

lunes, 10 de enero de 2011

???????????????????????????????

Por fin una oda al interrogante.

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Uf.

!


lunes, 3 de enero de 2011

L.

Por fin "las chicas son guerreras" con L.

Hay días en los que, dejando muy lejos la originalidad y el exotismo forzado, apetece escribir tal y como hablaba el narrador de aquella película "bellamente edulcorada" conocida como Amelie. Y es que realmente, en días así, en los que te apetece pensar y describir graciosamente a alguien-que-aprecias-mucho, este es un recurso estupendo. Hoy me ha apetecido hablar de L. No sé por qué. Quizás por sus ansias comprensibles de querer asumir cuanto antes que... todos crecemos.

A L. le gusta mucho el chocolate y las tartas de chocolate. Bueno, en realidad, a L. le gusta mucho comer en general. A veces hasta cena dos veces, y después de haber merendado. A L. le gusta sonreír y hacer sonreír, los chistes malos y las historias complicadas. L. disfruta escribiendo cuentos y oyendo la radio, pero jamás tendrá una tele en su casa. L. piensa mucho y sus ideas revolotean por su cabeza constantemente, pero en realidad es una L. muy racional. Y, por supuesto, una L. muy mujer y fan del poder femenino.

Me gusta salir de cañas con L., y llevarla de fiesta con mi madre y su amiga de toda la vida. Y es que sé, que algún día, L. y yo haremos lo mismo con nuestros primogénitos, si es que el mundo y la vida se portan bien, con ella primero, conmigo después, y nos dan un trabajito con el que poder ganarnos la vida.

L., c´est la vie mon amie, y aunque haya que crecer, siempre me quedará reflexionar sobre el mensaje de la canción que siempre me recuerda a ti. Porque, L. querida, ante todo... eres muy guerrera.

miércoles, 27 de octubre de 2010

Por fin... "podem parlar sobre ells"

Hoy me he quedado pensando en la gente a la que escucho cada mañana, durante unas tres o cuatro horas todos los días. Me cuentan historias tan distintas como ellos mismos, y cuando las escucho creo que me gustan tanto o más que los personajes que se me ocurren cuando les observo explicando:

Una me habla de un señor muy curioso que al parecer no era muy guapo pero que sí viajo mucho y tuvo muchos amigos. La llaman Inma, y siempre lleva vestidos largos y de colores, combinados con unos tenis dorados y blancos que relucen casi tanto como su collar de plata. Su pelo no podía ser más rubio de bote y su voz de fumadora fiestera no podía ser más ronca. Me encanta su idioma y me encanta su acento y sé que a todos les encanta su edad y su ropa.

Otro me habla de como hace muchos muchos años unos señores se inventaron unos aparatos muy curiosos, los exportaron y, de repente, se dieron cuenta del futuro que tenían. A éste le llaman Falcó, y es quizás el más joven y fresco. Creo que hace tiempo era más grueso, pues parece que los pantalones siempre se le caen. Ah! pero sus cinturones me encantan, casi tanto como su bigote, su barbita y su maldito acento cerrado que no hay quien entienda. Aún así, me encanta cómo se ríe la gente con sus chistes, sus bromas e ironías. Lo cierto es que debe ser muy gracioso.

Otro, que ya es algo más mayor, nos cuenta, una y otra vez, lo trascendental de una definición de un término sobre una técnica de un tiempo pasado. Es complejo y denso, pero me gusta. Nos enseña cómo en un determinado momento una gente se puso de acuerdo y empezó a trabajar con los mismos parámetros estéticos inaugurando así uno de los aspectos más importantes de la cultura en el mundo entero. Lo cierto es que disfruto. Me canso, pero disfruto. Se llama Monterde y me recuerda mucho a otro personaje también de gesto aguileño y refinado. Su caminar de puntillas y su peculiar forma de pronunciar la "r" me hacen escucharle con atención más que nunca.

El siguiente ya es... como un abuelito con bastón, aunque sin bastón. Cojillo y sin dientes en la parte superior de la boca, nos cuenta historias sobre gente prodigio y excepcional que escribía y escuchaba mucho. Roger o Alier, así le conocen. No le entiendo todo, pero me gusta la ternura que genera en la habitación cuando se queda casi dormido o cuando de repente, entre susurro y susurro, suelta un "això era avorrit i encara hi es". Vamos, "esto es una mierda". Siempre con su traje y su maletín, le miro y pienso que estaría bien saber dibujar para hacerle un dibujo.

Y el último es mi favorito. Los lunes y los martes, a las 12 de la mañana, nos cuenta cómo en un momento importante de la historia un montón de gente decidió que sería interesante mostrar al mundo entero, en alguna ciudad importante y una vez al año, todos los últimos inventos y progresos. Se llama Molet, Joan Molet, y es bajito y redondito. Cuando entra por la puerta me pongo contenta, si, porque de repente toda la sala huele a café, y eso me gusta, porque a esa hora siempre tengo hambre. Además, no sé si por su comienzo de alopecia o por su manera paciente y clara de explicar, pero... me recuerda mucho a mi padre. Y el café y mi padre me ponen contenta.


Així es... estic alegre.